Una emergencia que golpea a las aulas: el deterioro escolar preocupa a toda una generación de padres

Docentes y familias denuncian una crisis sin precedentes en la infraestructura escolar. Baños clausurados, techos con riesgo de derrumbe y obras canceladas sin explicación oficial. La comunidad educativa exige que el municipio recupere el rumbo
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 Durante años, los vecinos de San Isidro pudieron ver cómo el sistema escolar se mantenía a flote gracias al compromiso de docentes, directivos y familias, y la inversión del Municipio que no distinguía si la educación es responsabilidad provincial o local. Hoy, esa red se resquebraja. El municipio, en apenas 18 meses, dejó de invertir en mantenimiento y el impacto ya se nota.

La Escuela Técnica N.º 1 sufrió el colapso de techos que tardaron meses en ser reparados, pese a múltiples reclamos (Conexión Buenos Aires Sur – mayo 2024). El Polivalente de Arte denunció situaciones aún más graves: la intención reconocida por el Intendente de abrir una calle por donde hoy están aulas y el comedor de la escuela. Esto generó sospechas. Sectores de la comunidad educativa temen que haya un interés oculto detrás de esa decisión: liberar terrenos escolares para proyectos inmobiliarios.
Como si fuera poco, fondos originalmente previstos para infraestructura escolar fueron redirigidos a programas paralelos, sin consulta pública ni explicación del Ejecutivo local (Crónica – abril 2024).
Para quienes llevan décadas viviendo en San Isidro, el deterioro educativo no es solo un problema de gestión: es una señal de alerta sobre el rumbo del municipio. Y mientras los edificios se degradan, los chicos —y sus padres— esperan soluciones que no llegan.

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