La cafeína, presente en nuestra cotidianidad a través de la taza de café que muchos disfrutamos cada mañana, ha sido objeto de numerosas investigaciones científicas en los últimos años. Estas investigaciones buscan entender el impacto del consumo de café en la longevidad humana. Según estudios recientes, hay una correlación positiva entre el consumo moderado de café y un aumento en la esperanza de vida.

Los estudios demuestran que los individuos que consumen café regularmente tienen una probabilidad reducida de padecer ciertas enfermedades crónicas, incluyendo enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer. Además, el café puede ayudar a prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos efectos beneficiosos son más notables en el consumo moderado de café, y que un consumo excesivo puede tener efectos adversos.

Más allá de la cafeína, el café contiene antioxidantes y otros compuestos bioactivos que podrían contribuir a sus efectos positivos en la salud. Aunque los estudios aún son preliminares, los investigadores están entusiasmados con el potencial del café para mejorar la salud y la longevidad. A pesar de estos hallazgos prometedores, se necesita más investigación para entender completamente los mecanismos detrás de estos efectos.