San Isidro se rompe: calles olvidadas y veredas que ya no se pueden caminar

Durante décadas, San Isidro fue sinónimo de orden. Hoy, los vecinos observan con tristeza cómo las calles se destruyen y el Municipio acelera obras en zonas estratégicamente visibles previo a las elecciones. Las obras además se dilatan en el tiempo
Image Preview (Placeholder)
 Caminar por San Isidro ya no es lo que era. Lo que antes fue un distrito modelo, con calles cuidadas y veredas transitables, hoy enfrenta un deterioro progresivo que golpea a cada barrio. Baches profundos, parches mal hechos, veredas rotas y raíces expuestas convirtieron la vía pública en un riesgo para todos.

El municipio anunció una serie de obras de reparación, pero los resultados no convencen. En el interior de los barrios, los arreglos no resisten ni una temporada: se rompen, se hunden o simplemente se abandonan sin terminar. Eso sin contar el tiempo que se toman para hacer las obras. 

La señalización deficiente y la ejecución desorganizada empeoran el cuadro. Según asociaciones vecinales, hubo adultos mayores accidentados por falta de vallado o advertencias mínimas. En lugar de soluciones, las obras parecen generar más problemas.

Lo más preocupante es la falta de explicaciones. No hay informes técnicos publicados, ni un plan claro de mantenimiento a largo plazo. Mientras tanto, la gestión del intendente Ramón Lanús prioriza el marketing y la visibilidad, dejando de lado la infraestructura que sostiene la vida cotidiana de los vecinos.

En los barrios, el sentimiento es claro: lo que llevó años construir se está perdiendo, y nadie se hace cargo.
Etiquetas:
Sin Etiquetas
Imagen de perfil
placehoder publicity
placehoder publicity