En Boulogne, la situación de la educación pública genera malestar creciente entre las familias. Padres y madres señalan que el Municipio se ha retirado por completo del acompañamiento a las escuelas del barrio, dejando a docentes y alumnos librados al deterioro edilicio y a la falta de recursos esenciales.

Los testimonios son contundentes: filtraciones en techos, baños clausurados y ausencia total de calefacción durante los días más fríos del año. “Mi hija va con dos camperas al aula porque hace más frío adentro que afuera”, relató una madre de la zona de Alcorta y Capitán Juan de San Martín.

La desigualdad en el acceso a vacantes en jardines públicos también generó reclamos. “Tenés que anotarte con meses de anticipación, y ni así te aseguran lugar. Después te enterás que los hijos de empleados municipales entran directo”, comentó un vecino del sector medio-bajo.

La inseguridad en los alrededores de los colegios agrava el panorama. Vecinos relataron hechos delictivos recientes en horarios de entrada y salida, sin presencia de patrullaje municipal ni respuestas institucionales.

El sentimiento dominante es que el Municipio solo se acuerda de las escuelas públicas en época de elecciones, o para anuncios que no se concretan. “No aparece nadie mientras se caen a pedazos los techos. Después vienen a sacarse fotos”, resumió con bronca una madre del jardín Nº5.