A fines de 2023, Pablo De la Torre fue apartado de su cargo en el Ministerio de Capital Humano por el presidente Javier Milei. Las razones no fueron menores: sospechas de manejos irregulares en contrataciones públicas, y el hallazgo de más de 6 mil toneladas de alimentos retenidos y a punto de vencer, que estaban destinados a comedores comunitarios y personas en extrema vulnerabilidad.

El mismo gobierno nacional del que formaba parte lo denunció penalmente, comparando su sistema de contrataciones con el caso "Chocolate" Rigau en la Legislatura bonaerense: contratos fantasma, facturas dudosas y aportes políticos forzados.

Hoy, ese mismo funcionario es el nuevo secretario de Salud del Municipio de San Isidro, nombrado por el intendente Ramón Lanús.

Vecinos mayores, principales usuarios del sistema hospitalario, miran con preocupación. “¿Cómo puede alguien con semejante historial estar a cargo de algo tan delicado como la salud de los vecinos?”, se preguntan en grupos de adultos mayores.

Desde el entorno del exintendente Gustavo Posse también alertaron sobre los vínculos: el hermano de De la Torre, Joaquín —quien controla San Miguel a través de su alfil Jaime Méndez—, fue un aportante clave en la campaña de Lanús en 2023. “La campaña más costosa que haya tenido San Isidro”, según señalaron opositores.

¿Cree usted que este es el tipo de funcionarios que merece San Isidro? ¿Se puede confiar en la conducción de la salud local? Déjenos su reflexión.